Es improbable que huevos contaminados lleguen a las comercializadoras y tiendas de venta al público. De momento los científicos siguen investigando si es posible la transmisión desde los alimentos hasta el consumidor y si es posible enfermar a partir de ellos. En animales se ha confirmado la transmisión, en monos que consumieron leche contaminada y gatos han muerto por consumir leche sin cocinar ligeramente contaminada. La leche puede contener altas cargas virales. En humanos se considera que la probabilidad de transmisión y enfermedad es todavía muy baja. Sin embargo, ante esta situación, es recomendable tomar las medidas adecuadas de prevención al consumir huevos y derivados de aves: lava tus manos y todas las superficies cuando manipules este alimento, usa productos lácteos y derivados de aves pasteurizados, cocina los que vayas a consumir y no los consumas crudos, ni siquiera esa rica masa cuando estas haciendo un bizcocho! no solo evitarás esta infección si no otras como la salmonella que pueden ser igualmente muy serias o fatales para niños pequeños, personas mayores, mujeres embarazadas y personas inmunocomprometidas, además de que a todos nos podrá afectar seriamente y haciendonos pasar unos días realmente miserables.